Hoy me lanzo a la llanura. Saldré disparado sobre mis cuatro patas al galope. Mi cabello besará el viento exitado. Mis ojos llevarán lágrimas espesas. Mi corazón, marcará el ritmo con tambores de guerra.
Hoy me lanzo a la llanura. Tomaré caminos amplios, y los dejaré escurridos con mis pasos. Seré el dueño de la mañana. !Seré el dueño del amanecer!
Cuando el aliento me reclame pausa, detendré mi galope orgásmico, y ordenaré al Sol esconderse de nuevo para volver a amanecer de inmediato. Le ordenaré lavar y teñir el horizonte de nuevo para mi.
Si acaso, él ingorara mi órden franca, cerraré mis ojos, dejaré una lágrima lavar mi rostro, y esperaré la nueva oportunidad del sía siguiente.
Deja una respuesta