Cuando se me quiebra el entusiasmo, maldigo. Un día salí del trabajo maldiciéndolo. Ahora no es así más. Ahora voy y vengo con gusto. Encontré la fórmula. Sólo tenía que divertirme.
Cuando se me quiebra el entusiasmo, maldigo. Un día salí del trabajo maldiciéndolo. Ahora no es así más. Ahora voy y vengo con gusto. Encontré la fórmula. Sólo tenía que divertirme.
Cuando los huesos resuenan, titilando como estrellas; la garganta se constriñe y los ánimos flaquean. Es cuando siento que no hay más que darle pa`lante. Echar los 90* al frente. *Los 90 kilos (casi)