Sus esfuerzos de pronto comenzaron a rendir frutos. Gran alegría.
Todas las situaciones y las circunstancias se fueron alineando para llegar a -ese- punto donde todo el cielo es azul.
Un buen consejo es, no dejar de avanzar, no dejar de golpear. Desde luego no todos los golpes serán certeros, y no todos los pasos te pondrán cerca de la meta, pero sin duda, todos cuentan.
Seguir, contiuar, centímetro a centímetro es lo que cuenta. No lo olvides ni en los peores momentos.
Deja una respuesta