Esa tarde bohemia, el amigo tomó la palabra, y dijo:
He llegado a la conclusión de que he sido elegido para ser poseedor de una gran fortuna, que no se refiere a cuentas bancarias o chequeras. Sino a otros tesoros.
Cuando intento dar detalles de mi fortuna, no me vienen a la mente los factores, éstos simplemente se presentan ante mí de pronto. Inexpicables, sobre todo por las mañanas, que es cuando tengo los ojos bien abiertos para notarlos.
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