Había Soñado
Un día el hombre despertó y decidió dedicar tiempo a su mujer. Ahí estaba ella, aún dormida en cama. El Sol estaba ya tocando la ventana para que le abrieran la cortina.
El hombre se levantó de un brinco, abrió la cortina, y respiró hondo. Confirmó en su mente que aquel sería un gran día. Todo sería perfecto, todo.
Su mente imaginó los detalles del desayuno, el sabor de la fruta sería espléndido. El paseo por el parque, sería romántico. Luego la comida fuera de casa, con ella luciendo radiante su escote blanco. Luego la cena, iluminada por su sonrisa llena de brillo, esa sonrisa que lo enamoró en su tiempo. Finalmente el regreso a casa, y el cálido encuentro. La haría viajar en una nube por las montañas.
Regresó su mente a la habitación, estaba aún mirando el amanecer en la ventana. Observó la cama con almohadas. Había soñado de nuevo con ella.
Deja una respuesta