El Supremo transitaba por las calles, andando y andando, sintió cansancio. Se detuvo y se sentó en una banqueta. Bajó la cabeza y, después de un rato, alguien dejó caer una moneda entre sus pies. Entonces notó que los hombres…
El Supremo transitaba por las calles, andando y andando, sintió cansancio. Se detuvo y se sentó en una banqueta. Bajó la cabeza y, después de un rato, alguien dejó caer una moneda entre sus pies. Entonces notó que los hombres…