Un espijo tuvo una idea. Su corazón se aceleró, sus manos sudaron y sus pies brincaron. Salió corriendo con ritmo de tambores, apenas se despidió de todos y avanzó rapidamente esquivando a otros espijos que bailaban en las banquetas, las calles y las ventanas.
Cuando llegó a su destino, grito fuertemente su idea. Algunos espijos más la tomaron y se pusieron felices, juntos cantaron y bailaron hasta el anochecer. Juntos vieron nacer a la idea de la cabeza del espijo, juntos la alimentaron y la vieron crecer hasta que un día, se fue.
Se fue como hacen las ideas cuando crecen.
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