Luz y Canto
Una luciérnaga estaba en la maleza. Era una noche húmeda y llena de calor. Un grillo se acercó.
-¿Qué haces?
-¡Estoy brillando lo mejor que puedo!
El grillo observó aquella luz y se quedó pensando. La luciérnaga no tenía tiempo que perder, siguió brillando y en ratos volaba y al regresar, el grillo seguía ahí.
-¿Quieres oir mi canto?
-¡Claro!
El grillo cantó entonces. Luz y Canto volaron con la brisa, se abrazaron y se besaron frente a ellos.
Nunca más la soledad.
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